A veces creemos que la auto estimulación o auto exploración se tratan de agarrar un juguete ubicarlo en la zona genital y ya está, pero nada más alejado de la realidad.
Debería ser un espacio (Ojalá con una periodicidad mínimo semanal) que reservemos para estar con nosotr@s mism@s que vamos a preparar igual o mejor que como lo prepararíamos para estar con alguien más, es decir, elegir la luz que nos guste, la música que nos emocione, los olores que nos ayuden a entrar en el mood para estar en el aquí y en el ahora, para así contar con un espacio sin interrupciones y privado.
Y ahí si empezar, ¿a qué? te preguntarás, a hacerte el amor. Te vas a tocar con dulzura, con cariño, vas a empezar a inhalar por la nariz y exhalar por la boca haciendo sonidos y tus manos van a empezar a reconocer y explorar todo tu cuerpo, mientras él se estremece ante tu tacto. Inicia por la cabeza, hala un poco tu pelo y masajea de a poco tu cuero cabelludo. En este momento puedes incluir un aceite para masajes como el aceite para masajes Senseme para activar aún más tu sensibilidad y tus sentidos. Luego toca tus labios suavemente con las yemas de tus dedos y chúpalos como lo harías con un amante, sigue a tu cuello, luego a tus pechos lentamente, redondéalos y acarícialos hasta llegar a tus pezones, a quienes vas a apretar con ternura y pasión. Continúa bajando por tu pelvis, llega a tus glúteos, agárratelos y disfrútalos como se lo merecen, acaricia tus piernas y en ultima instancia llega a tus genitales. Termina en tu vulva que para este momento ya debe estar ansiosa por placer.
Lentamente abre tus piernas, pasa tus dedos por tu monte de Venus. Recorre suavemente tus labios externos y descúbrelos para explorar tu piel más sensible y deliciosa. Continúa tocándote y recorriendo tu vulva de arriba a abajo con movimientos sutiles, antes de tocar el glande de tu clítoris que ya debe estar pulsando por amor. Intenta estimularlo sobre la piel, intenta a través del tacto encontrar sus brazos que se extienden a lo largo de tu vulva y masajéalos para luego llegar al glande suavemente, darle amor, inserta tus dedos en tu vagina que para este momento ya debe estar lubricada y vuelve a tu clítoris.
Puedes continuar con tus dedos o incluir un juguete en el proceso (pueden ser los juguetes que te recomendamos en el blog de mi primer juguete que puedes ver haciendo click aquí) y ¡disfruta! Vuela y llega lejos.
Si quieres puedes también explorar tu punto G. Pero de eso ya hablaremos en nuestro próximo blog. Te veo en las estrellas.